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LOS NIÑOS NO SON ADULTOS EN MINIATURA, SINO QUE TIENEN UNA SERIE DE CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS, EVOLUTIVAS Y EMOCIONALES QUE DEBEMOS CONOCER LOS ADULTOS, PARA ENTENDERLES, Y QUE PUEDAN ENTENDERNOS TAMBIÉN A NOSOTROS, OFRECIÉNDOLES INFORMACIÓN ADECUADA Y ADAPTADA.

INFORMAR

PASOS:
Acudir a fuentes oficiales y buscar información contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, Colegios Profesionales Sanitarios, Organismos Oficiales, OMS, etc.
Preguntarles qué información saben, posibles dudas o temores relacionados con el virus, así como información errónea que han escuchado o mal interpretado.
Aclararles todas las dudas que puedan tener, de manera sencilla, y transmitiéndoles calma y seguridad.

¿QUÉ EXPLICARLES SOBRE EL CORONAVIRUS?

No esperar a que pregunten para hablarlo con ellos/as.
Corregir información errónea o mal interpretada.
Ser sinceros en cuanto a que se trata de un virus peligroso porque se contagia con facilidad, y por lo tanto debemos protegernos de él.
Informar sobre los síntomas más frecuentes: fiebre, tos y sensación de falta de aire.
Informar que la mayoría de los casos se recuperan, pero los mayores son los que más deben cuidarse de este virus.
Dar seguridad y confianza informándoles de que hay muchos profesionales sanitarios para curar, entender el virus, reducir sus riesgos y encontrar una vacuna.

EXPLICAR

¿CÓMO EXPLICÁRSELO A NIÑOS Y NIÑAS?

No ignorar sus miedos o dudas.
Utilizar un lenguaje adaptado a su edad del menor y a sus conocimientos.
Entender que si no se lo explicamos bien recurrirán a argumentos fantasiosos para compensar la falta de información.
Hablar con frecuencia sobre el tema pero sin saturarles con demasiada información. Normalizar que se hable sobre ello sin que sea un tema tabú.
Promover espacios de encuentro para la comunicación con ellos donde se sientan seguros y tranquilos para expresar, escuchar y preguntar
Evitar hacer referencia a las personas que están muy enfermas o han fallecido
Ser honestos y evitar largas explicaciones, respondiendo a sus dudas o miedos que puedan tener.
Transmitir que pueden expresar sus dudas y confiar en nosotros.
Si no tenemos todas las respuestas, ser sinceros, quizás podamos buscar respuestas juntos.
Usar dibujos o representaciones gráficas sencillas para explicar cómo se produce el contagio (por ejemplo, que nació en China, que le gusta mucho viajar, y que de momento, Italia y España son dos países que le gustan mucho,..).

PROTEGER

¡ES UN BUEN MOMENTO PARA TRANSMITIRLES MEDIDAS DE HIGIENE PARA TODA LA VIDA! HAY QUE SEGUIR LAS RECOMENDACIONES Y MEDIDAS DE PREVENCIÓN QUE DETERMINEN LAS AUTORIDADES SANITARIAS Y CONFIAR EN ELLOS PORQUE SABEN LO QUE TIENEN QUE HACER, YA QUE CUENTAN CON LOS CONOCIMIENTOS Y LOS MEDIOS.

DARLES EL SUPER-PODER PARA PROTEGERSE

Lavarse las manos con jabón “mientras inventamos una canción sobre el virus, decimos una tabla de multiplicar o contamos de 20 hasta 0 al revés, frotando con fuerza, en la superficie y los lados.
Al toser o estornudar cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable que tiramos a la basura “como si fuera una llave mágica de kárate para protegernos frente a los virus malos”.
Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca “como un juego en el que pierde un punto quien lo haga”.
Evitar el contacto físico con otros niños o u otras personas, aunque me apetezca mucho jugar o tocar a la otra persona. Esto será solo por un tiempo corto, podremos volver a abrazar o tocar a mis amigos muy pronto.

Saber que puede contar con un adulto si no se encuentra bien físicamente o hay algo que le preocupe.
Mostrar cuidado en cómo nos relacionamos con otras personas, evitando las conductas de rechazo o discriminación. Nuestro temor puede hacer que nos comportemos de forma inadecuada, rechazando o discriminando a ciertas personas.

AUNQUE NO NOS DEMOS CUENTA, NOS ESTÁN MIRANDO Y APRENDIENDO, DEMOS UN EJEMPLO DE MEDIDAS PREVENTIVAS DE HIGIENE Y SALUD Y DE CALMA.
RECOMENDACIONES PARA PADRES

Seguir las recomendaciones anteriores, y además:

Lo más importante es mantener la calma, y saber manejar el estrés
Vigilar nuestras conversaciones con otros adultos, o de otros adultos, los niños y niñas nos escuchan y perciben nuestro miedo.

No alarmarse ni estimular al miedo. Ser realista, la inmensa mayoría de las personas se están curando.
Protegerles de toda la información que pueda puede ocasionarles malestar y preocupación porque pueden no interpretar bien la información. Tener en cuenta que la información en las redes sociales suele ser superficial, incompleta o errónea.

Evitar que naveguen solos por internet buscando información no adecuada sobre el Covid 19.
Dar seguridad sobre el estado de salud de los adultos de su entorno, como por ejemplo los abuelos, informarles que saben protegerse y cuidarse. Si suelen ver a otros familiares con frecuencia y debido al virus han disminuido las visitas promover contactos virtuales.

SI NO VAN AL COLEGIO

DURANTE EL PERÍODO DEL TIEMPO QUE LOS MENORES ESTARÁN SIN ACUDIR AL CENTRO EDUCATIVO, ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES U OTRAS ACTIVIDADES, ES IMPORTANTE PLANIFICARSE CON ANTELACIÓN E INFORMARLES SOBRE ELLO.

Algunas recomendaciones:

Mantener los horarios y hábitos familiares habituales, evitando que esta situación altere el orden, estructura y seguridad que dan las rutinas.
Promover tiempo para el juego libre, deporte, movimiento corporal, incluso dejar tiempo para el aburrimiento.
Procurar un hábito de horarios, tareas y responsabilidad en base a su edad, dedicando un tiempo diario a la lectura, tareas o estimulación intelectual.
Diferenciar entre los horarios y rutinas de un día entre semana de los del fin de semana.
Buscar la mejor forma de conciliar la vida laboral y familiar organizando los horarios con el otro progenitor, familiares, u otros apoyos, si los hubiera.
Aprovechar esta situación para pasar más tiempo de disfrute y ocio en familia, algo tan necesario y escaso habitualmente.
El Hospital Infantil Universitario del niño Jesús de la Comunidad de Madrid.

1. Explícale la situación al niño según su edad y nivel madurativo. Puedes encontrar algunas recomendaciones sobre cómo informarles aquí.

Protégeles de la sobreinformación, y sobre todo de los bulos o la alarma social injustificada. Aborda con él sus preocupaciones e intenta que no estén recibiendo constantemente información del estado del COVID-19 por medio de las noticias, oyéndote hablar por teléfono…

2. Asegúrate que tiene claro que no es su salud la que corre riesgo, sino que tiene que tomar las medidas preventivas y quedarse en casa para cuidar a las personas mayores y a las que están enfermas.

Quedándose en casa ayuda a las personas que trabajan en los hospitales a hacer su trabajo, ¡que sean muy conscientes de su importante labor!

Recuérdales a diario que seguro que gracias a que están en casa hay mucha menos gente poniéndose malita.

3. Ayúdales a expresar sus emociones. Los niños pueden expresar su malestar de distintas formas: nerviosismo, rabietas, pesadillas, cambios de humor… Pregúntales cómo se sienten y mantén una escucha activa y actitud de comprensión, sin quitarle importancia a sus preocupaciones. Puedes utilizar también estrategias de relajación o distracción.
4. Apórtale un clima de calma y cariño. Los niños aprenden de nosotros a lidiar con las emociones que le perturban, y seguramente necesiten más de tu atención, tu tiempo y tu cariño. Para poder mostrarte emocionalmente disponible para ellos necesitarás también tu espacio, con lo que trata de establecer turnos con tu pareja u otro adulto responsable.

5. Mantén la comunicación con otros miembros de la familia que no estén presentes en este momento, mejor por videoconferencia, eso puede ser muy tranquilizador para ellos. También podéis organizar llamadas con sus amigos para que no se sientan solos.

6. Intenta preservar las rutinas en la medida de lo posible, estableciendo horarios de sueño, comidas, estudio, juegos… Sería recomendable que se ducharan y vistieran todos los días con ropa cómoda para evitar estar todo el día en pijama. Haz al niño partícipe de estas rutinas y que te ayude a elaborar un calendario para la semana. Practicad juntos las medidas preventivas (lavado de manos, limpieza del hogar…), y asegúrate de mantenerles seguros.

7. Busca actividades que estimulen su creatividad. Esto también puede ayudarles a canalizar sus emociones. Y tampoco te sientas culpable si ven la TV más de lo habitual, es lo normal en esta situación y hay que ser flexibles.

8. Realiza actividad física en familia dentro de las posibilidades de tu casa, como hacer coreografías, saltar… así como actividades de mindfulness o relajación para niños.

9. En condiciones de estrés y más aún confinados en casa es posible que los niños se muestren más exigentes con los padres, o que los enfados y rabietas se hagan más difíciles de controlar.

Igual es el momento de ser algo más tolerantes con algunas de las conductas infantiles que normalmente no les permitiríamos, como correr por la casa, jugar con el balón… sin olvidarnos de las normas y límites básicos. Si las peleas entre hermanos son demasiado frecuentes, igual tienes que tomar el control.

10. Evita información o actitudes que contribuyan al estigma, como que el virus lo han traído de fuera, etc. Muéstrale por el contrario ejemplos positivos de la sociedad (profesionales sanitarios que atienden a todo el mundo, vecinos que se ofrecen a ayudar a los mayores…), ejemplos de generosidad y amabilidad, y cómo nos están ofreciendo ayuda los países que tienen más experiencia con la infección.

Y recuerda que como padres también es la primera vez que os encontráis ante una situación de crisis como ésta, así que sé indulgente también contigo mismo si en algún momento crees que no manejas la situación tan bien como te gustaría.

¿En qué situaciones pedir ayuda?

Mantente atento al comportamiento y las expresiones de malestar de tus hijos. Si bien es normal que se muestren algo más alterados, sobre todo ante el confinamiento en casa, hay ciertas conductas que no debes pasar por alto:

  • Verbalizaciones de que no quiere vivir o conductas autolesivas.
  • Cambios drásticos en su conducta que incluso pueda resultar peligroso para sí mismo o los que le rodean.
  • Disminución importante de la ingesta u otras conductas anómalas en torno a la alimentación (vómitos, ejercicio compulsivo…).
  • Alucinaciones o pensamientos extraños.
  • Obsesión excesiva con torno a la infección u otras circunstancias, con lavado compulsivo de manos y otras medidas higiénicas irracionales que le estén generando importante angustia.

En estas situaciones o si tienes dudas, contacta con su pediatra de atención primaria o un profesional de la salud mental.

Albert Ariza

Webmaster en Metodo Shec

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